Nanotecnología, ingeniería genética, y las tecnologías espacial, química y energética son los cinco sectores tecnológicos clave para su regulación y control en materia de seguridad por parte de los ciudadanos. SecurePART, proyecto europeo del Horizon 2020 liderado por la consultora Bantec, ha identificado estos cinco sectores como aquellos que más nos preocupan, para participar en las investigaciones tecnológicas que desarrollan en materia de seguridad, con el fin de preservar nuestros derechos individuales.
Bantec coordina y lidera un consorcio en el que participan Vdlconsult (Alemania), Nexus Institute (Alemania), Goethe Universitat (Alemania), The European Network of National Civil Society Associations – Enna – (Bélgica), University of Salford (Reino Unido) y Loba (Portugal).
El proyecto, dotado de un presupuesto de un millón de euros, persigue que no sólo la industria y los centros de investigación, ejerzan su influencia para establecer las prioridades en materia de I+D para la seguridad. La UE quiere que exista un contrapeso y que las Organizaciones de la Sociedad Civil (CSO – Civil Society Organization) intervengan en el diseño de la agenda de prioridades estratégicas.
En opinión de la Comisión Europea existe un cierto déficit democrático en materia de ciencia y tecnología, producido por la no participación de las CSOs en los procesos de investigación de proyectos relacionados con la seguridad que atañen a los ciudadanos. La CE pretende hacer compatible el desarrollo tecnológico y la construcción de conocimiento y capacidades, para preservar nuestra seguridad frente a problemáticas como el terrorismo, los desastres naturales o el crimen organizado, con el respeto a los derechos fundamentales, incluida la privacidad.
Por ejemplo, deberíamos tener voz en determinar qué tecnología hay que desarrollar para la vigilancia y seguridad de nuestros hijos en los centros educativos, sin que ésta vulnere sus derechos individuales.
A través de este proyecto, se ha preguntado a las CSOs si están interesadas en participar en el proceso de investigación para el desarrollo de nuevas tecnologías en materia de seguridad. El 52,2% han respondido afirmativamente, mientras que el 27,8%, lo han hecho en sentido negativo y el 20% han dicho desconocer el tema.
Por lo que respecta a los motivos por los que les gustaría estar involucradas en el proceso, el 21,8% de las CSOs querrían estarlo para preservar los derechos individuales de los ciudadanos, el 14,6% para preservar los derechos de las minorías, el 13,3% para trabajar en materia de privacidad, el 9,9% para velar por los riesgos medioambientales, el 9,1% para vigilar las investigaciones en materia de ciberseguridad, el 8,1% para estar presentes en el desarrollo de las tecnologías relacionadas con los riesgos de la salud y el 6,1% para participar en los proyectos que trabajan por alcanzar la paz en el mundo.