Después de años en los que las empresas han estado optimizando procesos, mejorando aspectos comerciales, desarrollando las redes de logística y distribución, aplicando mejoras tecnológicas, implantando nuevos modelos de calidad, liderazgo y gestión de recursos humanos, la pregunta ahora es: ¿Queda algo por mejorar?
La respuesta es sí, todavía se puede innovar. La innovación ha pasado de ser una opción para convertirse en una necesidad. La innovación contribuye a:
– Idear nuevos usos para los productos que se ofrecen
– Crear nuevos productos para satisfacer necesidades no resueltas de los clientes
– Diseñar nuevos procesos para producir los productos actuales
– Ofrecer nuevos servicios de valor añadido junto con los productos
– Identificar nuevas oportunidades de negocio y/o diversificación basadas en el conocimiento actual de la empresa
La segunda pregunta es: ¿Cómo innovar? La respuesta ya no es tan simple porque la innovación no tiene una receta. El desarrollo de proyectos de I+D+i, por si solos, no garantizan necesariamente que sus resultados se traduzcan en una mejora de la competitividad y es aquí donde se demuestra que la sistematización de la gestión de la I+D+i es una asignatura pendiente para la mayor parte de las empresas.
Desde Bantec apoyamos la implantación y certificación de las empresas según la norma UNE 166002, aportando nuestra experiencia de más de 8 años en la sistematización del proceso de gestión de la I+D+i. Esta norma es un paso muy importante en el camino de la innovación ya que sistematiza el proceso de innovación aportando a la empresa herramientas para que la innovación sea rentable.
Más de 250 empresas en España se han certificado con esta norma, hasta febrero de 2010 y en algunos sectores, como el de las empresas de construcción de obra pública e ingenierías, esta certificación está cobrando especial relevancia porque permite obtener mejor puntuación en licitaciones por concurso público.